moscas

generalmente las moscas se asocian a la mierda, o en general con todo tipo de porquería sobre las cuales estos pequeños bichos se posan. hoy he pensado mucho en ellas, básicamente por dos cosas. una conversación de ayer y una sensación de hoy.

ayer tuve una largisima conversación con una amiga. el tema principal fueron las moscas. aunque no hablamos precisamente de los bichos. conversamos de las moscas que suenan cada cierto tiempo en la cabeza, especialmente relacionadas con la persona con que estés. al menos a mi me ha pasado en varias historias que en algún momento algo de la persona conque estoy no me gusta, me molesta. no tiene que ver con grandes decepciones, sino más bien con pequeñas y cotidianas 'traiciones'. la cosa es que lo que me molesta - alguna diferencia de criterios, 'yo no haría eso en ese caso', o 'que pena que veas esto de esta forma' - se transforma en un pequeña mosca dando vueltas por mi cabeza. primero, aparece como un sumbido casi inaudible, o que sólo con mover la mano se aleja. pero como las moscas en verano, no se van tan facilmente. en efecto, como si uno se transformara en porquería pareciera que las atraes. y así el zumbido se va haciendo cada vez más molesto. como cuando uno duerme en alguna playa y hay zancudos dando vuelta. primero le pegas, luego te das vuelta, hasta que en algún momento se hace insoportable y te levantas, prendes la luz y tienes que tomar medidas extremas. cacería de bichos, cerrar ventanas y si eres afortunado prender esos inciensos espanta bichos. así, la cosa que me molestaba y que podía obviar, crece hasta transformarse en el tema. tanto que ya no puedes ver a la persona, sin ver las moscas. en ese momento, ya poco puede hacerse, más que prender la luz y cambiarte de cama.

el problema con las moscas, pienso hoy es que el que uno las atraiga no sólo tiene que ver con el bicho, sino que con la propia porquería. hoy en muchos sentidos siento que la mierda ronda. el punto en el caso de uno y su pareja es que quizás uno sea el que anda buscando moscas en el resto. como cuando uno es niño y te explican que el aire está lleno de bichos y eso que asumías transparente pasa a ser una nube de bicharracos. quizás el tema sea que de tanto pensar uno terminará encontrando moscas siempre, como en el dicho lo que uno tendría es 'una cabeza de alcantarilla'. por esta razón, como me explicaba un amigo hoy, algunos poetas han propuesto ir en la búsqueda de menores, quienes en su pureza existencial ayudarían al reflexivo vate a limpiarse y dejar de lado los bichos que lo acompañan siempre. por otra parte, tengo un montón de amigos que parecen ya no tener moscas. de alguna forma, han aplacado el zumbido y se casan y no muestran signos de arrepentimientos. incluso, asumen estrictos códigos morales, que asustan a todo aquel que anda cargando con su propia suciedad.

el punto con todo esto es que todas las situaciones son incomodas. primeramente, no me interesa ir a buscar la pureza en ningún menor. no espero terminar en la carcel y además no tengo una afición por menores de ningun tipo (además como se pudo ver en ciertos casos recientes, es más probable que sea el menor quien termine lleno de mierda). segundo, me aterra la certeza. me aterra que las cosas sean tan claras y siempre he sospechado que tras la solución temprana, no hay más que porquería acumulándose y que en algún momento caerá deleitando a tantas o más moscas no escuchadas anteriormente. lo tercero, es seguir conviviendo con mis bichos. lo único es que en días como hoy, sueño con simpleza. basicamente, como todo buen campista, sueño con comer una sandía feliz con las moscas que me acompañen.