"sexo con amor"

uno. tiempo atrás un amigo me contaba que su novia alegaba pues consideraba que la vida sexual de ambos no era lo satisfactoria que ella esperaba. el punto, como se preocupó de aclarar mi amigo, no tenía relación con alguna de las denominadas disfunciones sexuales. después conversamos de la forma como puede cambiar la manera como te mira tu novia después de una noche de buen sexo. ¿qué implica 'buen sexo'? obviamente no lo se, no soy terapeuta ni el más experto tampoco. pero lo que si se, es que ciertas veces al otro día la persona que generalmente te quiere 'normalmente' te quiere mucho más. te mira con una cara de ternura máxima y se anda colgando de tí y porsupuesto tiene ganas de repetir la experiencia.

dos. probablemente uno de los momentos más extraños en la vida es el segundo después de irse. a veces es como si terminar una borracherra con un balde de agua fría. caer de bruces y darse cuenta de que eres tú, diferentísimo de la persona conque hace un segundo parecías medio fundido. otras veces no. es un aterrizaje mucho más tranquilo, mediado por un montón de ternura (lo que me acuerda a una desafortunadisima declaración de un compañero de curso quien a los 15 años llegó el lunes al colegio diciendo: "puta que es penca hacerlo sin amor". lo cual no hizó más que ampliar su fama de mentiroso, la cual probablemente lo sigue hasta hoy)

tres. hace muy poco una amiga me contaba que había logrado escindir el amor como proyección y el deseo diario. en otras palabras, la mujer busca matrimonio (proyección, familia, seguridad) está tranquila con el novio conque se encontrará en unos meses y espera enamorada. mientrás tanto la mujer que desea diariamente y no necesariamente piensa en el mismo hombre está feliz pinchando con la gente que se le cruce.

Todo esto muestra, primeramente que obviamente amor y sexo están relacionados. Podríamos decir que estadísticamente se mueven juntos, y probablemente en la misma dirección. sin embargo, ¿como es esta relación? Pueden encontrarse al menos cinco teorías.

clásico. existe la esencia del amor y la esencia del sexo y a ambas tendemos. así en cada uno de los encuentros tenemos un preconocimiento (una intuición) del verdadero amor y verdadero sexo. los cuales no sólo tienden a realizarse en el ser, sino que además junto con otros trascendentales terminan por juntarse. ¿como lograrlo? Aristoteles propone la prudencia o el término medio, consejo nada de claro por lo demás.

dualistas. existen tres tipos de dualismos. primero, idealistas, que creen que todo es amor. por ende, el esfuerzo a de pasar más por los chocolates, endecasilabos o flores que por las correas de cuero. en cuanto, a más amor mejor sexo. por otra parte están su rívales, los materialistas. éstos creen que todo es sexo. por ende, para tener más amor hay que concentrárse en tener buen sexo. en otras palabras todo empieza por kamasutra o alguna película triple x. una visión intermedia tienen los dialécticos, para quienes ambos fenomenos interactuan. es decir, buen sexo produce más amor el cual a su vez produciría mejor sexo (por otra parte, una versión contemporanea de los dialécticos son los cibernéticos. éstos también creen en la interacción de sexo y amor, aunque lo denominan feedback. pero la diferencia es que no necesariamente produce los efectos esperados. existiría el feedback positivo o efectos colaterales. por ejemplo más amor, produciría un deseo imposible de satisfacer).

risomáticos. en los ochentas y noventa se dudó de la posibilidad de establecer una relación dual o causal entre sexo y amor. en vez se comparó a ésta con elementos aportados por las matemáticas contemporáneas. así sexo y amor son comparados con un fractal. es decir con aquellas figuras donde cada unidad representa la complejidad de la figura completa (como un árbol de pascua formado de puros árboles de pascua). para estos autores, cada acción de la pareja (cariños, besos, caminatas en el parque, guerra de almohadas, carreras por la playa, etc.) representan y al mismo tiempo crean la totalidad. en otras palabras, si están peleados hay mal sexo y nada que hacerle.

performátivos. a partir del gusto por criticar todo iniciado en el 68 algunos autores han ido más lejos, criticando las distinciones básicas. a su vez pueden distinguirse dos escuelas de performativos. primero los denominados queer. éstos se caracterizan por dudar de toda distinción binaria (sexo / amor, hombre / mujer, gato / perro, etc.) por considerarlas violentas y opresivas. esto pues, excluirían todo lo que no es definido por la distinción. De esta forma proponen primeramente sacar del diccionario la expresiónn "hacer el amor" y actualmente se dedican a buscar experiencias que trasciendan la mentada diferencia. la segunda facción tiene una orientación menos política y más práctica. proponen obervar la interacción práctica de humanos (personas haciéndolo, ginecologos, curas, suegros, amantes, etc) y de no humanos (camas, flores, chocolates, pastillas, condones, mordazas, etc.). El punto señalan, es estudiar como en la interacción práctica de todos estos "actantes" se produce la diferencia sexo y amor (la cual además se preocupan de aclarar nunca habría existido).

¿Qué podemos aprender de todo esto? Nada, por supuesto.